SEMANA 5: La teoría de los Stakeholder
- Anna Pedrón
- 12 oct 2015
- 2 Min. de lectura

Esta semana, tras la clase teórica y la lectura de los artículos propuestos en el aula virtual, se puede decir que estoy empezando a familiarizarme con el vocabulario empresarial. La importancia de la reputación corporativa es algo que va en aumento en la sociedad 2.0 y que se desarrolla a lo largo del tiempo, la empresa puede gestionar a través de su CRO los valores intangibles que acabarán formando la reputación de la empresa (post semana 2), pero de quienes realmente depende dicha reputación es de los gruos de interés o stakeholders. En este sentido, es muy importante definir y hablar de estos actores empresariales, por lo que voy a dedicar mi post semanal a ello.
Según la traducción literal, "el que mantiene una apuesta", el término stakeholder podría definirse como inversores o interesados. No obstante, diferentes teorías en los últimos años han intentado definir de forma específica a estos actores empresariales que son mucho más que los inversores económicos de una empresa. El teórico Edward Freeman, es quien propone "La teoría de los Stakeholder" en su libro Strategic Management: A Stakeholder Approach (1984) y con ella abre el camino a un nuevo paradigma de empresa.
Según Freeman, "se entiende por stakeholder cualquier individuo o gurpo de interés que, de alguna manera —explícita o implícita; voluntaria o involuntaria— tenga alguna apuesta hecha en la marcha de la empresa; y que si, por un lado, se ven condicionados, de manera más o menos directa, por la actividad de aquélla, pueden, a su vez, condicionarla". En resumen, cualquier grupo o individuo que puede afectar o ser afectado por la consecución de los objetivos empresariales.
Así pues, la empresa debe ser entendida como un conjunto de stakeholders en red, que interactúan entre sí de manera constante y dinámica. Estas relaciones conllevan necesariamente intereses divergentes y potencialmente conflictivos e implican también la posibilidad de que se establezcan alianzas entre distintos agentes o grupos de interés.
Los grupos de interés, como su nombre indica, tienen algún tipo de interés sometido al desarrollo de la empresa, es decir hay algo que esperan ganar o que buscan no perder. Estos posibles intereses que los stakeholders pueden tener se clasifican en los siguientes tipos: Intereses de tipo material, intereses políticos, intereses de afiliación o pertenencia, intereses relacionados con la información, intereses simbólicos y finalmente, intereses de tipo metafísico o espirituales.
En conclusión, el futuro de la empresa está en los procesos, las estrategias y las relaciones moduladas en función de los diferentes tipos de stakeholders. Como condición previa para una gestión exitosa será muy importante institucionalizar cauces de diálogo transparente y sincero con los distintos grupos de interés. La sostenibilidad de la empresa a plazo medio-largo será imposible sin dichas providencias, ya que afectaría de forma directa a la reputación de la empresa y ya sabemos la importancia que tiene esta en la actualidad.
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